Los arqueólogos creen que el poblado fue atacado por legiones romanas. (con galería de fotos)
Los restos encontrados indican que lo más probable es que los habitantes del poblado íbero de Cabeçó de Mariola, en Alfafara, abandonaran su emplazamiento por un ataque de las legiones romanas.
Esta conclusión a la que ha llegado el equipo de arqueólogos que por segundo año consecutivo ha excavado el yacimiento ha sido posible gracias al hallazgo de diversas pruebas de actividad comercial abandonadas, además de restos de un incendio que destruyó el poblado.
En la excavación trabaja un equipo compuesto por una veintena de personas dirigidas por el profesor de Arqueología de la Universidad de Alicante, Ignasi Grau y el director del Museu Arqueològic Municipal Camil Visedo, Josep Maria Segura. Este es el segundo año de excavaciones y está previsto que los trabajos se reanuden en 2015. Actualmente se está realizando labores de catalogación y limpieza de las piezas encontradas en el museo de Alcoy.
HUBO UNA IMPORTANTE ACTIVIDAD COMERCIAL
Los restos hallados indican que este yacimiento tenía una importante actividad comercial.
Ignasi Grau ha explicado que “hemos encontrado ánforas de vino que tienen sellos de los productores romanos procedentes de la zona del Adriático y el Tirreno”, lo que evidencia relaciones con los romanos de esa zona, con la particularidad, de que el comerciante local también marcó el recipiente, algo que hasta el momento no se había encontrado en estas comarcas.
Las ánforas estaban depositadas en un gran recinto, lo que prueba que había una intensidad comercial importante.
ABANDONADO POR UN CONFLICTO
El hecho de que se haya encontrado el almacén tal y como lo utilizaban los pobladores de Cabeçó de Mariola señala que sus habitantes dejaron el emplazamiento de forma precipitada.
En el siglo I antes de Cristo hubo en la zona diversos conflictos bélicos entre facciones romanas. “El recinto que se usaba como almacén fue destruido con sus mercancías en el interior, ya que hemos encontrado las ánforas en su lugar; si se hubiera abandonado por despoblamiento, sin ataque ni episodio bélico, no hubieran abandonado el contenido del almacén”.
Hay restos de un incendio devastador, que los investigadores atribuyen a un ataque de las legiones romanas. Esto, junto a las evidencias anteriores y a que por su tamaño pueda considerarse como el segundo poblado más importante de nuestro entorno tras el de la Serreta, indica que este ataque marcó el inicio de la dominación romana y una nueva forma de organizar el territorio.
UN RELOJ PARADO
Los trabajos de este verano hacen posible determinar la fecha de la destrucción del emplazamiento íbero gracias al hallazgo de una moneda. Es una de las pocas monedas que se han encontrado durante las excavaciones del museo de Alcoy, que además cuenta con un valor especial.
“Aporta un importante valor documental, es como haber encontrado un reloj que se paró en el momento de acabar el poblado”, ha explicado el arqueólogo Ignasi Grau.
Tanto Grau como Segura se han considerado como “campaña bien fértil” la de excavaciones de este año, que este año ha contado con la colaboración de dos investigadores de la Universidad de Arizona, responsables de realizar una prospección geofísica que ha permitido detectar los muros enterrados y restos de incendios.
Para el concejal de Cultura de Alcoy, Paco Agulló “el trabajo intenso y cuidadoso que se realiza desde el Museo para ampliar los conocimientos sobre nuestra historia continua dando frutos interesantes”, por lo que ha felicitado al equipo de investigación.
El alcalde, Antonio Francés, se ha comprometido en “seguir procurando medios y recursos necesarios para continuar con la tarea arqueológica en nuestro entorno”.